by Maia Kirsh
Hoy en día se sabe que los habitantes de Mallorca, así como los de varias otras regiones de España, hablan y se identifican con el idioma catalán ¿Pero es esta idea compartida totalmente válida? ¿Hasta que punto se identifican los residentes de esta Isla con el catalán?
Gracias al Decreto de Mimos, aprobado en el 2007, los métodos de enseñanza de Mallorca y el resto de las Islas Baleares sufrieron grandes cambios (1). El susodicho decreto obligaba a los colegios de las Islas a impartir al menos la mitad de las clases del ciclo primario en catalán, lo cual crearía un gran contraste con la típica práctica de enseñar todo el contenido escolar en castellano. Este cambio, se creía, no sería algo que pudiera crear mucha polémica ya que el idioma original de Mallorca, así como de Menorca, Ibiza y Formentera, era desde hace años el catalán y, por lo tanto, la ley sólo ayudaría a reforzar la establecida noción nacional de querer proteger la cultura de cada región española.
Estas expectativas, sin embargo, fueron erróneas. Aunque el decreto fue favorecido durante sus primeras etapas, éste se vio, desde principios del año pasado, atacado por varios habitantes de las Islas, quienes son incapaces de sentirse identificados con el catalán utilizado en el sistema de inmersión lingüística actual (1). El catalán utilizado en las escuelas, según el punto de vista de estos habitantes, no es el mallorquín, el idioma de sus abuelos y padres, sino un idioma completamente perteneciente a otra región, y por esta razón, también un idioma que falla en mantener la cultura innata de las Islas. A pesar de que las similitudes entre los dos tipos de habla son imposibles de ignorar, muchos insisten en que las diferencias son aun así lo suficientemente fuertes como para ser enseñadas de una manera diferente del catalán corriente.
Se debe resaltar, de cualquier manera, que sólo una porción relativamente pequeña de la población tiene un problema con este nuevo estilo de educación, el cual enseña en catalán en lugar del mallorquín. La mayoría de la población, sin embargo, siente antagonismo con respecto al concepto de dependencia, sea ésta cultural o política, que crea la palabra catalán con la provincia de Cataluña. En otras palabras, aunque las leyes intentan mantener las culturas regionales de la mejor manera posible, todavía existe un gran número de problemas con respecto a ellas, incluso dentro de las mismas regiones que, normalmente, son aglomeradas al nivel político (2).
Siento que es necesario tratar este tema ya que el caso de España es frecuentemente utilizado para demostrar un estilo de eficacia política cuando se refiere al mantenimiento y la proliferación de idiomas regionales. El caso del uso del catalán en Mallorca nos indica que, tal vez, aunque este tipo de sistema funciona dentro de las regiones en las cuales fue basada la nueva norma del idioma, éste no es el caso en otras zonas.
Esto, a fin de cuentas, crea problemas como los vistos en el País Vasco, donde varias sub-regiones se niegan a utilizar el Euskara estándar porque no sigue las reglas básicas del dialecto de la zona (3). En general, estos hechos nos demuestran que la normalización lingüística no se ha desarrollado homogéneamente a través del país, creando complicaciones con las minorías lingüísticas que se encuentran dentro de otras minorías lingüísticas.
Así, en estos momentos hace falta preguntarnos, ¿qué es lo que podría hacer el gobierno para mejorar la situación en Mallorca? ¿Debería cambiar sus leyes con respecto a los idiomas regionales para asimilarse a las de Italia, haciéndolas más abiertas e imprecisas? O ¿debería empezar a crear nuevos sistemas de normalización lingüística, desarrollando leyes que protegen incluso dialectos?
Es triste ver que tanta gente se siente amenazada por el uso del catalán en áreas donde el mallorquín solía predominar, pero al mismo tiempo es difícil definir hasta qué punto el catalán es el mallorquín y el mallorquín el catalán, no sólo de manera lingüística sino también cultural. Tal vez la enseñanza del catalán común como idioma compartido no es la respuesta a los problemas de idiomas regionales en el norte de España. A pesar de que prescribir un sólo idioma a varias regiones es definitivamente la manera más fácil y conveniente de solucionar la cuestión de las lenguas regionales, esto aparentemente no ha sido lo suficiente como para satisfacer las demandas de las minorías.
Me resulta imposible imaginar cómo semejante dilema puede ser solucionado de una manera eficaz, garantizando el crecimiento y el mantenimiento del idioma nativo de Mallorca así como se ha logrado en Cataluña. No obstante, pienso que es necesario entender los reclamos de los habitantes de la isla y hacer algo al respecto. Al fin y al cabo, si los mismos habitantes, quienes desde el principio deseaban proteger su cultura, no sólo se sienten desprotegidos, sino atacados, es obvio que hace falta implementarse medidas diferentes. De momento, sólo espero que el gobierno logre atenuar el descontento popular y encuentre alguna manera de asegurar la integración del mallorquín, así como el del catalán, en el ambiente educativo de Mallorca.
Referencias:
(1) http://www.abc.es/local-baleares/20131004/abci-balear-idioma-catalan-201310031210.html
(2) http://www.valenciafreedom.com/es/noticias/0-politica/4463-abuchena-al-alcalde-de-palma-de-mallorca-por-hablar-en-catalan-en-vez-de-mallorquin.html
(3) Rodríguez-Ordóñez, Itxaso. “The standardization of Basque: Implementation and Acceptance” University of Illinois at Urbana-Champaign. Presentation for PS/FR/LING/SP/ITAL/GER/SLAV 418. 15 March 2014. Lecture.
Imágenes:
https://www.facebook.com/pages/GRUPO-DACCI%C3%93-BAL%C3%89%C3%80-GAB/294126117264826
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Gracias al Decreto de Mimos, aprobado en el 2007, los métodos de enseñanza de Mallorca y el resto de las Islas Baleares sufrieron grandes cambios (1). El susodicho decreto obligaba a los colegios de las Islas a impartir al menos la mitad de las clases del ciclo primario en catalán, lo cual crearía un gran contraste con la típica práctica de enseñar todo el contenido escolar en castellano. Este cambio, se creía, no sería algo que pudiera crear mucha polémica ya que el idioma original de Mallorca, así como de Menorca, Ibiza y Formentera, era desde hace años el catalán y, por lo tanto, la ley sólo ayudaría a reforzar la establecida noción nacional de querer proteger la cultura de cada región española.
Estas expectativas, sin embargo, fueron erróneas. Aunque el decreto fue favorecido durante sus primeras etapas, éste se vio, desde principios del año pasado, atacado por varios habitantes de las Islas, quienes son incapaces de sentirse identificados con el catalán utilizado en el sistema de inmersión lingüística actual (1). El catalán utilizado en las escuelas, según el punto de vista de estos habitantes, no es el mallorquín, el idioma de sus abuelos y padres, sino un idioma completamente perteneciente a otra región, y por esta razón, también un idioma que falla en mantener la cultura innata de las Islas. A pesar de que las similitudes entre los dos tipos de habla son imposibles de ignorar, muchos insisten en que las diferencias son aun así lo suficientemente fuertes como para ser enseñadas de una manera diferente del catalán corriente.
Se debe resaltar, de cualquier manera, que sólo una porción relativamente pequeña de la población tiene un problema con este nuevo estilo de educación, el cual enseña en catalán en lugar del mallorquín. La mayoría de la población, sin embargo, siente antagonismo con respecto al concepto de dependencia, sea ésta cultural o política, que crea la palabra catalán con la provincia de Cataluña. En otras palabras, aunque las leyes intentan mantener las culturas regionales de la mejor manera posible, todavía existe un gran número de problemas con respecto a ellas, incluso dentro de las mismas regiones que, normalmente, son aglomeradas al nivel político (2).
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Esto, a fin de cuentas, crea problemas como los vistos en el País Vasco, donde varias sub-regiones se niegan a utilizar el Euskara estándar porque no sigue las reglas básicas del dialecto de la zona (3). En general, estos hechos nos demuestran que la normalización lingüística no se ha desarrollado homogéneamente a través del país, creando complicaciones con las minorías lingüísticas que se encuentran dentro de otras minorías lingüísticas.
Así, en estos momentos hace falta preguntarnos, ¿qué es lo que podría hacer el gobierno para mejorar la situación en Mallorca? ¿Debería cambiar sus leyes con respecto a los idiomas regionales para asimilarse a las de Italia, haciéndolas más abiertas e imprecisas? O ¿debería empezar a crear nuevos sistemas de normalización lingüística, desarrollando leyes que protegen incluso dialectos?
Es triste ver que tanta gente se siente amenazada por el uso del catalán en áreas donde el mallorquín solía predominar, pero al mismo tiempo es difícil definir hasta qué punto el catalán es el mallorquín y el mallorquín el catalán, no sólo de manera lingüística sino también cultural. Tal vez la enseñanza del catalán común como idioma compartido no es la respuesta a los problemas de idiomas regionales en el norte de España. A pesar de que prescribir un sólo idioma a varias regiones es definitivamente la manera más fácil y conveniente de solucionar la cuestión de las lenguas regionales, esto aparentemente no ha sido lo suficiente como para satisfacer las demandas de las minorías.
Me resulta imposible imaginar cómo semejante dilema puede ser solucionado de una manera eficaz, garantizando el crecimiento y el mantenimiento del idioma nativo de Mallorca así como se ha logrado en Cataluña. No obstante, pienso que es necesario entender los reclamos de los habitantes de la isla y hacer algo al respecto. Al fin y al cabo, si los mismos habitantes, quienes desde el principio deseaban proteger su cultura, no sólo se sienten desprotegidos, sino atacados, es obvio que hace falta implementarse medidas diferentes. De momento, sólo espero que el gobierno logre atenuar el descontento popular y encuentre alguna manera de asegurar la integración del mallorquín, así como el del catalán, en el ambiente educativo de Mallorca.
Referencias:
(1) http://www.abc.es/local-baleares/20131004/abci-balear-idioma-catalan-201310031210.html
(2) http://www.valenciafreedom.com/es/noticias/0-politica/4463-abuchena-al-alcalde-de-palma-de-mallorca-por-hablar-en-catalan-en-vez-de-mallorquin.html
(3) Rodríguez-Ordóñez, Itxaso. “The standardization of Basque: Implementation and Acceptance” University of Illinois at Urbana-Champaign. Presentation for PS/FR/LING/SP/ITAL/GER/SLAV 418. 15 March 2014. Lecture.
Imágenes:
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Maia Kirsh is a junior in German and Global Studies at the University of Illinois. Maia is planning on graduating early next year and is interested in taking a semester-long internship relating to international humanitarian aid. She wrote this text in German 418, Language and Minorities in Europe.
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